Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).– “EPN [Enrique Peña Nieto]: Tu Reforma Energética destruye México”, decía una manta que integrantes de Greenpeace colocaron en Palacio Nacional el día de ayer. No es la primera vez que la organización ambientalista critica al Presidente de la República y sus leyes, así como contra los diputados y senadores por aprobarlas. Desde principio de año, los activistas han mantenido una campaña contra el mandatario por la legislación que –afirman– daña al ecosistema.
En marzo pasado, incluso, seis miembros de Greenpeace fueron acusados por Petróleos Mexicanos (Pemex) por “daños” y “allanamiento de morada”, luego de que desplegaron una manta de 125 metros cuadrados en una torre de la paraestatal en el puerto de Veracruz.
Rosina González fue acusada por de romper una lámpara accidentalmente durante la protesta pacífica, lo que pudo llevarla cumplir una condena de 10 años en prisión. Más tarde, Greenpeace consiguió que Pemex se desistiera de la denuncia y pagó (con donativos) la multa de 78 mil pesos para reparar el supuesto daño en la luminaria.
Además de protagonizar protestas en distintos espacios, incluyendo campañas en redes sociales para recolectar firmas, Greenpeace México colgó, en junio pasado, una manta sobre el Ángel de la Independencia, en el Distrito Federal, con la leyenda “México gana con renovables”.
El organismo defiende que si México y el medio ambiente marcharán en la dirección correcta si se incluyen las energías renovables en la legislación y se dejan fueran las fuentes sucias y peligrosas como el fracking y la energía nuclear.
La semana pasada el Senado avaló con la Ley de Hidrocarburos el uso del fracking para la extracción del gas y petróleo de lutita y la figura de “ocupación temporal” para los casos en que las empresas trasnacionales requieran extraer hidrocarburos en el subsuelo de ejidos, propiedades indígenas o pequeños productores. Asimismo, al aprobar la Ley de la Industria Eléctrica permitió que la fracturación hidráulica y la energía nuclear sean consideradas como “energías limpias”.
EL ESCÁNDALO EN VERACRUZ
El 1 de marzo pasado una manta emulando la portada de Time con la frase “Saving Mexico” pero con un signo de interrogación, causó la ira del gobierno de Veracruz, encabezado por Javier Duarte de Ochoa, y de Pemex.
Ese día manifestantes colocaron en el edificio Pemex Refinación de Veracruz, el cártel en señal de protesta por la Reforma Energética y el escaso apoyo gubernamental a las energías renovables. Al lugar arribaron 20 elementos de la Policía Estatal para obligar a los jóvenes a retirar todo indicio de manifestación.
Los activistas fueron detenidos por la Policía Naval durante varias horas en Playa Linda, para después ser trasladados a la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) de Veracruz en donde permanecieron 28 horas.
Durante tres meses, Greenpeace llamó a Pemex a reconocer que protestar pacíficamente no es un delito y que el supuesto daño a una lámpara no es motivo de persecución. La organización lanzó la campaña “Pemex no nos calla” dirigida al titular de la paraestatal, Emilio Lozoya Austin para demandarle que retirara los cargos contra Rosina, la joven de 26 años acusada de daños y allanamiento de morada.
Más de cien mil ciudadanos, personalidades de distintas esferas públicas y decenas de organizaciones se sumaron a esta causa.
Finalmente, la paraestatal se desistió del cargo presentado contra Rosina, una vez que la organización ambientalista pagó el presunto daño al reflector. Más tarde, el juez federal ratificó el dictamen de libertad. Además, desechó los cargos por allanamiento de morada en contra de los seis activistas dado que no fueron comprobados por el Ministerio Público.
Miguel Ángel Soto, vocero de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace aseveró que “como organización siempre asumimos nuestras responsabilidades y así lo dijimos desde el principio. Nunca nos negamos a pagar pero era fundamental que probaran que hubo un daño accidental y que el juicio contra los activistas no era una forma de presión o un intento por acallar la protesta pacífica”.
El caso de Rosina ha sido emblemático porque gracias a su trabajo y el de los cinco activistas más, junto con la solidaridad de miles de personas, la exigencia por apostar por un futuro con energías renovables ha tenido un eco de dimensiones extraordinarias.
“Confiamos en que este caso sea un antecedente para que en nuestro país se desista de cualquier intento de criminalizar y encarcelar a los activistas pacíficos”, señaló en un comunicado la organización no gubernamental.
MÉXICO GANA CON RENOVABLES
El verdadero triunfo del país debe ser contra el cambio climático y la contaminación consideró la organización Greenpeace México tras desplegar una manta frente al Ángel de la Independencia, en un globo dirigible con la leyenda “México gana con renovables”.
El vocero de la organización para la campaña de la energía cambio climático, Miguel Soto, sostuvo que decidieron colocar la manta en ese lugar, donde la gente acostumbra celebrar triunfos futbolísticos, para decir que con un planeta limpio ganan nuestros hijos y el futuro del planeta.
Jóvenes vestidos de rojo desplegaron un globo dirigible del que colgaba una manta verde de seis metros de largo y dos de ancho frente a la columna de la Independencia, que puede verse desde diversos puntos.
La idea es enviar ese mensaje a los legisladores y a la sociedad en general, comentó Soto.
“Ahora que se discuten las leyes secundarias de la reforma energética es necesario recordar la riqueza del país en cuanto a la energía del viento del sol y a partir de desechos”, señaló.
Recordó que las propuestas de Greenpeace se enviaron a los diversos partidos políticos, para que las tomen en cuenta en sus discusiones, porque México tiene un potencial importante en el norte del país en cuanto a energía solar y en el sur en cuanto a la del viento.
CAMPAÑA EN REDES
Greenpeace México, junto con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), propone una serie de cambios a las leyes secundarias de la Reforma Energética para asegurar que los ecosistemas no sean destruidos por la extracción de hidrocarburos y se prohíba la expropiación de tierras que plantea el gobierno federal que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto.
A la par de las propuestas realizadas por las asociaciones civiles y ante el inicio de la discusión de la reforma en materia energética, Greenpeace lanzó la campaña a través de las redes sociales un #GolPorRenovables.
“Es tiempo de anotar goles por el Planeta y meter en la jugada a las renovables en las discusiones de las leyes secundarias de la Reforma Energética. Estamos jugando al filo del cronómetro, no hay oportunidad de penales ni tiempos extras […] !Un gol fallado es un gol en contra!”, dice parte del texto que acompaña la campaña que puedes firmar aquí.
A decir de las organizaciones civiles se han identificado en las leyes de Hidrocarburos, de Minera, de Energía Geotérmica y de la Industria Eléctrica dispositivos legales que no contienen las restricciones mínimas necesarias para proteger las Áreas Naturales Protegidas.
Denunciaron que el gobierno mexicano no sólo ha ignorado la inclusión de energías renovables en las leyes secundarias energéticas, “sino que también pretende atentar contra todas las Áreas Naturales Protegidas al abrir la puerta a la extracción de hidrocarburos en estas zonas de vital importancia para el medio ambiente”.
Greenpeace afirmó que las actividades asociadas al sector hidrocarburos, no son compatibles con las Áreas Naturales Protegidas. ”Y dado que el objetivo del Estado es garantizar el desarrollo integral y sustentable, sin perjuicio del derecho a un medio ambiente sano, es que se deben priorizar éstas sobre las actividades del sector hidrocarburos”.
Refirió que tanto las empresas estatales, como las privadas puedan acabar con la riqueza natural, paisajística y cultural asociada con los Parques Nacionales, las Reservas de la Biósfera, las Zonas de Protección de Flora y Fauna, las Zonas de Protección de Recursos Naturales que reconoce la Ley mexicana.
Por ello insistió que “es fundamental garantizar la integridad de las Áreas Protegidas Federales y otras modalidades de conservación para lograr una conservación suficiente, real y efectiva del patrimonio natural de México”.